A las 8 de la mañana de este jueves escribió en su cuenta de Twitter:

"Los demócratas ni siquiera mencionaron las palabras LEY Y ORDEN en su Convención Nacional. De ahí es de donde vienen (los pobres y agitadores). Si no gano, los suburbios (gente rica) de Estados Unidos serán INVADIDOS con proyectos de bajos ingresos (obreros), anarquistas, agitadores, saqueadores (gente pobre) y, por supuesto, 'manifestantes amistosos'."

Esta es una campaña de terror dirigida a los ricos suburbios y obtener de ellos su apoyo. Incluso llega más lejos, al utilizar a "las esposas de los suburbios" al decirles entre líneas que al llegar los obreros a sus barrios serán violadas y ultrajadas. Algo que es absolutamente falso y no pasa de ser más que un cuento de horror fraguado en la mente siniestra del presidente, quien necesita urgentemente sus votos.

Lo irónico sobre el asunto es que, cuando en verdad llegó el terror (el Coronavirus), Trump no se haya decidido por alertar a estos suburbios ricos ni a sus "esposas" ni siquiera a los pobres, de que sí representaba un terror real, donde, si no te preparabas adecuadamente, ibas a morir, como positivamente sucedió según los 200 mil muertos por COVID19. Estados Unidos presenta la mayor tasa de mortalidad para un país rico en el Mundo.

Entonces Trump calló "para que la gente no entrara en pánico".

Sus mentiras son terribles. Terribles.