El presidente asistió al servicio dominical de la Iglesia Internacional de Las Vegas, dirigida por los pastores canadienses Paul y Denise Goulet.

Fue todo un show.

Trump estaba allí de pie con las palmas de las manos extendidas, flanqueado por Hope Hicks y Kayleigh McEnany, orando en busca de la palabra de Dios pero sin obedecer las leyes impuestas por Él ni por las autoridades terrenales: ninguno de los asistentes llevaban mascarillas ni guardaba el distanciamiento social, un mandato establecido por las autoridades de salud nacionales y estatales, y que guardan los ciudadanos a nivel mundial.

Justo en la fila de Trump, la pastora Denise se entusiasmó y en delirios que se robaron el espectáculo, dijo que "había recibido una señal de Dios a las 4:30 de esta mañana que le reveló que a Trump le iban a dar otros 4 años en la presidencia", pero lo dijo de una manera extraña, confusa y hasta ridícula cuando intento explicar "la profecía".

En primer lugar, dijo que su "segunda victoria" vendría en la forma de una victoria en las urnas; a continuación, dijo que él conseguiría otra "segunda victoria" en la forma de un "nuevo golpe energético", como la de esos corredores de la maratón que ya cerca de la línea de meta, sin aliento, todavía se las arreglan para llegar hasta el final.

Finalmente, la pastora Denise dijo que Trump sería empujado por un segundo "viento", que ella comparó con el Espíritu Santo.

Trump finalmente fue invitado a subir al escenario para "bendecirlo", lo cual fue tan incómodo como su sermón desde lejos, para que por último el presidente tomara el micrófono y dijera algunas palabras de agradecimiento y acabara diciéndoles que sus "profecías eran tan afiladas como el borde de una navaja".

Trump ha sido acusado de violación y acoso por 22 mujeres y de pagar por el silencio de actrices porno luego de tener sexo con ellas y de ser un adúltero empedernido, así como de evadir el pago de impuestos, acusar falsamente a sus enemigos y hacer mofa de los cristianos.

Trump ha respondido en los medios de prensa a las mujeres que lo acusan diciendo que ellas son demasiado feas para un hombre como él:

"No son de mi tipo".

En cuanto al motivo de por qué no paga impuestos, ha contestado que "él tenía derecho a esos privilegios" porque es un hombre multimillonario.

Y en una conversación reciente con uno de sus abogados, se rió de los cristianos llamándolos de "tontos y locos".