Jonathan Hoffman, asistente del secretario de Defensa para asuntos públicos, dijo en un comunicado que "la especulación sobre las posibles renuncias de los funcionarios del gabinete es un juego de salón postelectoral muy gastado".

Hoffman destacó que Esper continúa en funciones y avanza sobre el desarrollo "irreversible" de la Estrategia de Defensa Nacional.

En este marco, trabaja en conjunto con el Congreso en la redacción de una ley que eliminará los nombres de los líderes confederados de las bases militares.

Mark Esper, junto al Fiscal Bill Barr, fue el encargado de enviar fuerzas armadas para que reprimieran duramente a los manifestantes en la plaza de LaFayette, donde Trump, atizando la obcecación de su base electoral, quiso tomarse una foto con la Biblia en las manos frente a la iglesia de St. John. Luego Esper, criticado con severidad por el público estadounidense, se retractó y dijo que nunca supo con antelación de la dispersión de manifestantes ni de los planes del presidente para un posado fotográfico. E insistió en que ellos pensaban que iban a acompañarlo a pasar revista a las tropas.