Por qué importa: La nueva matemática política del Senado podría frustrar las ambiciones de algunos demócratas, incluyendo aquellos que se han enfrentado a los republicanos.

Podría empujar a Biden a ir con opciones más centristas, como Lael Brainard para el Depto. del Tesoro o Tony Blinken para el Depto. del Estado.

Susan Rice y Stacey Abrams, que han hecho un gran trabajo para que Biden lograra la victoria, podrían ser las primeras víctimas, dependiendo de la postura ultra-reaccionaria de McConnell.

Pero también podría abrir caminos para otros, como el senador Chris Coons, que podría beneficiarse de una tradición de cortesía senatorial para confirmaciones rápidas de los nominados dentro de sus filas.

Una fuente cercana a McConnell, dice que un senado republicano trabajaría con Biden en los nominados centristas pero no en los "progresistas radicales" o en los que son controvertidos con los conservadores.

La agenda de Biden estaría severamente restringida por el control del partido republicano en el Senado, la fuente añadió:

"Van a ser campos de batalla".

El estado de la cuestión: El proceso está en sus primeras etapas, ya que los funcionarios de Biden esperan las cifras definitivas sobre el tamaño de la mayoría, y cualquier señal potencial de McConnell sobre si va a luchar contra cada candidato o se centrará en uno o dos ejemplos.

Tradicionalmente, a un presidente entrante se le da un amplio margen para elegir su equipo deseado.

El panorama general: Esta realidad política podría resultar en que Biden tenga un gabinete más centrista.

También le da a Biden una excusa para rechazar candidatos de centro-izquierda, como Sens. Elizabeth Warren o Bernie Sanders, que tienen el apoyo entusiasta de los progresistas.

Biden ya había estado considerando una prohibición informal de nombrar senadores demócratas para evitar la incertidumbre sobre quiénes ocuparían sus escaños.

Entre líneas: Rice, que fue embajadora de Barack Obama ante la ONU y asesora de seguridad nacional, ha sido considerada durante mucho tiempo como candidata a Secretaria de Estado u otro puesto en el gabinete.

Pero ella se enfrentó a los republicanos y se convirtió en un pararrayos mientras defendía la respuesta de la administración al ataque del 2012 al consulado de Estados Unidos en Bengasi.

Biden tuvo en mente a Rice para la vicepresidencia, y se proyectó como la mejor elección para la Secretaría de Estado después de haber sido pasada por alto luego de la escogencia de Kamala Harris para la vicepresidencia.

"Para los interesados en los hechos, la embajadora Rice ha sido confirmada dos veces por unanimidad por el Senado", dijo Erin Pelton, portavoz de Rice, refiriéndose a dos confirmaciones antes de la controversia de Bengasi.

Lo que se escucha: Abrams, el ex líder de la minoría de la Cámara de Representantes de Georgia, también se enfrenta a un momento difícil de ser confirmada por un Senado republicano.

Sally Yates, que está siendo considerada para el cargo de Fiscal General, podría enfrentarse a la resistencia debido a su papel en la investigación del Departamento de Justicia sobre el asesor de seguridad nacional de Trump, Michael Flynn.

En agosto, Yates defendió su papel ante el Congreso y acusó a Flynn de "castrar" las sanciones americanas a Rusia.

Sé inteligente: Biden puede terminar apoyándose más en los senadores demócratas de los estados azules, o ex-senadores.

Eso podría impulsar el caso de Coons para el Depto. de Estado. Y el senador de Alabama Doug Jones, que perdió el martes, puede que sea un candidato más apropiado para los republicanos que Yates en el Depto. de Justicia.

Si Biden designa a Coons para el Depto. de Estado, los demócratas no estarían un voto abajo en el Senado, ya que el gobernador demócrata de Delaware, John Carney, podría rápidamente reemplazarlo por la congresista Lisa Blunt Rochester para el asiento. Eso aseguraría que los demócratas del Senado tengan al menos a  una mujer negra en sus filas.