Aun cuando el presidente electo Joe Biden y la vicepresidenta electa Kamala Harris transmitieron un mensaje de "sanación" y restauración del alma de Estados Unidos, con Harris mostrando orgullosa el estandarte de la mujer moderna estadounidense al mostrarse como la primera mujer elegida vicepresidenta en la primera potencia del Mundo, las fuerzas reaccionarias lideradas por Trump, el partido Republicano y la prensa de extrema derecha, no han dejado por un segundo de conspirar contra el sistema electoral de EEUU y el presidente electo mismo.

"Donde otros ven estados rojos y azules, yo solo veo a los Estados Unidos de América. Es hora de bajar la temperatura, mirarnos, escucharnos de nuevo y dejar de ver a nuestros oponentes como rivales... Es el momento de sanar Estados Unidos", ha dicho Biden.

Un mensaje sin duda consolador y de cambio. Pero nunca para Trump, cuya naturaleza narcisista no le deja más que pensar en sí mismo y por tanto le impide reconocer con dignidad derrota alguna, negándose, incluso cómicamente, a ceder la presidencia pacíficamente.  En sus dolorosos tuits, muy ardidos y llenos de despecho, no ha cesado de quejarse y hacerse la víctima de un presunto fraude electoral. En verdad, nada nuevo, porque esa es la estrategia que desde hace meses ha venido trabajando junto al Partido Republicano, el de "desacreditar el proceso de elecciones" (si perdía), llevar los casos de "fraude" hasta el seno de la Corte Suprema (donde Trump tiene la mayoría de los magistrados) y conseguir borrar el gane de Biden de un solo plumazo judicial y apuntarse él como presidente reelecto.

Todo esto parece irreal, y hasta estúpido, pero recordemos que estamos en los tiempos de corrupción y jugadas políticas desarrolladas por Trump y su maquiavélico equipo de trabajo.

Sería, más que curioso, aleccionador, ver cómo se derriten en ira tanto el mismísimo Trump, como su equipo de campaña, los republicanos y la prensa de extrema derecha ante lo que para ellos es inaceptable e inminente, en una clásica enfermedad de despersonalización. Veamos esta selección exquisita de tuits donde el sentimiento de pérdida y derrota consumen violentamente a aquellos cuyo lenguaje "no conoce" lo que es perder con gracia y dignidad y que no obstante suele resultar en uno de los episodios más dolorosos para cualquier ser humano si no llega al punto de la "aceptación" y "proceso de aprendizaje".

Donald Trump

"YO GANÉ LAS ELECCIONES, Y POR MUCHO"

"¡Desde cuando los zalameros medios de prensa son los que eligen presidentes? Lo sabremos todo de aquí a dos semanas!"

"Mira el show de Mark Lein a las 8 de la noche. ¡Discutiremos la estafa del voto por correo!

"Se envían investigadores después de descubrirse "problemas" con los informes de urnas en el Condado de Fulton"

Donald Trump Jr.

"70 millones de republicanos pisoteados y ninguna ciudad quemada"

"Verdaderamente asqueroso"

"Desclasifíquenlo todo"

"Están aliviados (los líderes del mundo) porque volverán a aprovecharse de Estados Unidos. Los viejos hábitos nunca mueren!"

Tuits de las personalidades más racistas y duras de la extrema derecha de EEUU: