Barr dijo que los fiscales de EE.UU. y los agentes del FBI han estado trabajando para dar seguimiento a quejas específicas y a la información que han recibido, pero no han descubierto ninguna evidencia que cambie el resultado de la elección. Barr se dirigió a la Casa Blanca más tarde para una reunión previamente programada.

"Hasta la fecha, no hemos visto un fraude de tal magnitud que pudiera haber afectado un resultado diferente en las elecciones", dijo Barr a la AP.

Los comentarios son especialmente directos y provienen de Barr, quien ha sido uno de los aliados más ardientes del presidente. Antes de las elecciones, había planteado repetidamente la idea de que el fraude de los votantes por correo podría ser especialmente vulnerable al fraude durante la pandemia del coronavirus, ya que los estadounidenses temían ir a las urnas y en su lugar optaron por votar por correo.

Poco después de que se publicara la declaración de Barr, Trump tuiteó más afirmaciones infundadas de fraude electoral. Su abogado Rudy Giuliani y su campaña emitieron una mordaz declaración afirmando que, "con el debido respeto al Fiscal General, no han habido ni las apariencias" de una investigación por parte del Departamento de Justicia.

El equipo legal de Trump, y el presidente mismo, han sido objeto de burlas y mofas por su incompetencia en los tribunales de justicia, donde los jueces, de su mismo partido republicano y apostados por Trump, les han desechado demanda tras demanda, con veredictos que normalmente terminan por ridiculizar tanto al equipo legal de Trump como a la frivolidad y absurdidad de las demandas mismas.