Hemos pasado por mucho en estos últimos días, mi gente. Dentro de unas décadas, algunos de ustedes tendrán que responder a sus nietos cuando les pregunten sobre el tiempo de los dos presidentes. La resistencia de Donald Trump a la idea de que perdió las elecciones no es una sorpresa. Este es un hombre, ex estrella de un programa de televisión de realidad ficticia, que casi nunca admite que ha perdido/fracasado/quedado en un segundo lugar para todo.
¿Quién sabe qué nuevas aventuras tendremos antes del día de la inauguración? Espero que se niegue a salir de su habitación y que los agentes de seguridad acaben sacándolo de la Casa Blanca en una manta, como a menudo lo retratan en los memes.
¿Qué manta sería triturada en pequeños mechones de tela y vendida a beneficio del Fondo Oficial de Defensa de las Elecciones de Trump? O que tal su fondo sucesor, la Cruzada para hacer de Mar-a-Lago algo Grande Otra Vez.
Mientras tanto, si tuvieras que elegir un momento seminal de la esencia de la resistencia de Trump, quizá escogerías la conferencia de prensa de Rudy Giuliani anunciando que el presidente no cedería, un gran contraste de la vida real, con el abogado del presidente haciendo gestos patéticos en medio de un sucio y vacío parqueo en el Four Seasons Landscaping, cuando hace cuatro años rebosaba de pasión y gloria mientras veía, tal cual cortesano dócil y reptante, bajar de unas escaleras de oro a su brillante semidiós terrestre Trump. Hay muchas razones por las que esto es muy popular, aparte de la escena plástica inicial. El principal testigo de Giuliani, presentado para respaldar las acusaciones de fraude electoral, resultó ser un delincuente sexual condenado.
Como muchos de los testigos que el equipo de Trump ha estado movilizando, Daryl Brooks parecía tener una vaga misión en la supervisión de las elecciones; dijo que "quería ir a las urnas para observar". Definitivamente había muchos republicanos que, como Brooks, sentían que no se les había permitido acercarse lo suficiente a la acción y sospechaban que algo se estaba ocultando.
Pero los expertos que buscaron por todas partes no encontraron ninguna evidencia del tipo de irregularidades graves y generalizadas que podrían poner en duda los resultados. En su lugar, el público recibió a Giuliani, quien dio su conferencia de prensa en el parqueo del Four Seasons Total Landscaping en Filadelfia. Esto pareció darle a Trump la agradable impresión de que el evento fue en el lujoso Hotel Four Seasons, en vez de en una humilde tienda de servicios de jardinería cerca de un crematorio y una tienda de juguetes sexuales. En una oración: Aquella acción del equipo de campaña de Trump era otra patética mentira que saciaría el infantil ego de Trump.
Rudy subrayó que Brooks era sólo el primero de los que iban a ser "muchos, muchos testigos" del fraude electoral. Las mentes inquisitivas querían saber por qué, en ese caso, eligió irse con un tipo que cumplió condena en la cárcel por exponerse a dos chicas, debía una gran cantidad de dinero en pagos atrasados de manutención infantil y, si se conoce en absoluto en su estado natal, Nueva Jersey, es como uno de esos tipos que sigue postulándose para cargos que nunca va a ganar ni en un millón de años.
Toda la resistencia de Trump tiene un sabor a nuez. Su familia sigue enviando correos electrónicos asegurando a sus seguidores que la victoria está a la vuelta de la esquina, siempre y cuando un cheque esté en el correo.
"Hemos encontrado papeletas en zanjas de drenaje", advirtió Eric Trump, quien recordó a sus lectores que el Fondo Oficial de Defensa de las Elecciones estaba abierto a donaciones. "Estamos a sólo dos semanas de Acción de Gracias y sé que todos ustedes tienen muchas prioridades", dice en sus correos. Y luego pone al receptor de su email contra la espada y la pared. ¿Estás con tu presidente Trump o con la gente pobre, unos verdaderos perdedores?. Así se puede leer en su email, literalmente, frases como estas:
"Díganme en cuáles preferirían invertir su dinero:
A. Caridades que dan comida para los pobres.
B. Calentadores al aire libre para que puedan, tal vez, tener una pequeña fiesta segura para amigos y familiares.
C. Fondo Oficial de Defensa de las Elecciones".
No se puede ser más snob en la vida, pero ese fue siempre el gobierno de Trump: ayudar a sus amigos ricos eliminándoles impuestos y regulaciones, y explotar a los pobres, quitándoles el Seguro Social y no otorgarles un salario mínimo decente. Claro que nadie lo veía así porque Trump los entretenía, y aún entretiene, con sus payasadas y locos tuits, desviándoles la atención de las cosas que realmente importan.
Pero puede que estemos entrando en una época de fiestas muy rara y estrafalaria y a nadie le importe. El actual líder de la Nación Más Poderosa del Mundo se niega a reconocer, y mucho menos a ofrecer ayuda, al presidente electo Joe Biden. En su lugar, Trump está ocupado expulsando a altos funcionarios del Departamento de Defensa. ¿Recuerdas todas las veces que hablaste el año pasado sobre lo que pasaría si Trump perdía y se negaba a irse? Todo el mundo estaba de acuerdo en que los militares nunca permitirían ese tipo de golpe de estado, ¿verdad?
Los chicos del Departamento de Defensa...
No hay razón para que cunda el pánico aquí. Pero la forma en que los secuaces de Trump están detrás de su rebelión es bastante desagradable. El jefe de la Administración de Servicios Generales no está trabajando con la nueva Administración Biden, dejándola incapaz -entre muchas, muchas otras cosas- de procesar la declaración financiera y los formularios de conflicto de intereses de sus nominados.
El Secretario de Estado, Mike Pompeo, al tener la oportunidad de animar a su personal a ayudar a Biden, predijo que "habrá una transición sin problemas a una segunda administración de Trump".
Secretario Pompeo, ¿realmente cree usted que lo que tiene en la cabeza resulta ser un buen plan? Sabemos que quiere aferrarse a los fans de Trump en caso de que usted se presente al Senado, o, qué demonios, irse y convertirse en un patológicamente rico lobbista/consultor. Pero en realidad, ¿quieres ser conocido como el tipo que superó a Rudy como el más rastrero?
Y el Fiscal General Bill Barr, un hombre de leyes que nunca mostró personalidad más que aquella que solo sirve para complacer los impulsos y bajos instintos de su padrote, se enguanta las manos y unta con aceite solo para seguir alentando la monomanía de su jefe, pidiendo a su propio Departamento de Justicia que investigue las "acusaciones sustanciales" de fraude electoral. Un hombre honesto, dimitiría, tal como lo hizo el funcionario a cargo de tales investigaciones que renunció en respuesta a lo que Barr le exigía que hiciera por Trump.
Entonces, mi gente, aquí tenemos una verdadera competencia de quién es lo peor de lo peor de Trump. ¿Quién es el miembro más irresponsable de la órbita de Trump? Además, obviamente, de él mismo, que acaba de tuitear -este martes 12 de noviembre-, a gritos y en mayúsculas como un desequilibrado, otra y mejorada teoría conspirativa, sobre un tal software "Dominion", surgida por sus nuevos canales favoritos (Newsmax y OANN):
"¡REPORTE!: DOMINION BORRÓ 2.7 MILLONES DE VOTOS DE TRUMP EN TODO EL PAÍS. EL ANÁLISIS DE DATOS ENCUENTRA QUE 221.000 VOTOS DE PENSILVANIA CAMBIARON DE PRESIDENTE TRUMP A BIDEN. 941.000 VOTOS DE TRUMP BORRADOS. LOS ESTADOS QUE USAN EL SISTEMA DE VOTACIÓN DE DOMINION CAMBIARON 435.000 VOTOS DE TRUMP A BIDEN". @ChanelRion @OANN".
Si una persona normal no puede ver que lo que Trump hace con esas expresiones, no fuera de tono, sino que enfermas, entonces esa persona tiene un grave problema sicológico, porque todo lo que está escrito en ese tuit exuda lo delicado de la salud mental en la que se encuentra el presidente ahora mismo. Y lo digo en serio.
Puede ser, como dicen los que lo apoyan para aprovecharse de él, que Trump haya tomado esa extraña actitud de negación no debido a su enfermedad narcisista sino a su ambición política, pues lo que hace es mantener a su base encendida, furiosa, pegada a él en estos duros momentos y plantando en su sicología una semilla de lealtad que le ayudará a controlar al partido Republicano en el futuro, fabricando al mismo tiempo su regreso a la presidencia en el 2024.
Pero de ser así, Trump está realmente enfermo, mucho que más de lo que estuvo el fracasado otrora "diplomático de las potencias" que acabó jugando a los naipes en un pueblo olvidado, Nicolás Maquiavelo, cuando escribió aquel célebre tratado contra la humanidad, llamado "El Príncipe".
Pues bien, mi editor me pide que no sobrepase más allá de las seis mil palabras, así que, como es previsible, nos hemos cortos con el número de competidores de "Lo peor de lo peor". Pero es que son tantos, desde la Vocera de la Casa Blanca, pasando por los consejeros del presidente, el Senado, el Gabinete, hasta los inevitables etc, etc. que no habría página electrónica que pudiera cargar tanta información. Así que esperen pronto mi próximo articulo.
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