Es una de las instituciones más viejas de EEUU, antidemocratica y de las más injustas

El controversial Colegio Electoral de EEUU que escoge presidentes sin respetar el voto popular, eliminando a la democracia de un solo plumazo: Explicado

Las elecciones presidenciales en los Estados Unidos se basan en lo que se conoce como el sistema del Colegio Electoral -el que alguna vez fue puesto como la "peor" institución de EEUU por el ahora presidente Donald Trump, quien después de su elección en 2016, cambió de opinión y no cesa de vitorear por su existencia llamándola "lo mejor que hay para los EE.UU."-, pero este colegio tiene un gran problema estructural: cada vez que ejerce su función, deja a EEUU sin democracia, porque cuando un partido sistemáticamente gana el voto popular y pierde el poder, eso significa que no se ha respetado la sagrada voluntad del pueblo.

 

El controversial Colegio Electoral de EEUU que escoge presidentes sin respetar el voto popular, eliminando a la democracia de un solo plumazo: Explicado
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"Los republicanos han ganado el voto popular en las elecciones presidenciales solo una vez en los últimos 20 años y sin embargo han controlado la presidencia por 12 de esos 20 años".

El politólogo de la Universidad de Harvard, Steven Levistky, escribió esas líneas junto a Daniel Ziblatt, también politólogo de la misma institución, en su más reciente columna en el diario The New York Times.

Los académicos, que expusieron "las señales alarmantes que ponen en riesgo la democracia liberal de Estados Unidos" en su libro de 2018 How Democracies Die ("Cómo mueren las democracias"), plantean que el sistema electoral indirecto bajo el que se elige al presidente de Estados Unidos debe ser reformado.

En ese país, quien gana el voto popular en las elecciones no necesariamente llega a la presidencia, como le pasó a Hillary Clinton en 2016. Trump se erigió victorioso porque consiguió más votos en el Colegio Electoral.

Levitsky plantea que dicho sistema, de 200 años de antigüedad, le ha otorgado en los últimos tiempos una ventaja no intencional al Partido Republicano, pese a que la última vez que este partido consiguió la mayoría de los votos fue en 2004 con la victoria de George W. Bush.

La discusión sobre poner fin al Colegio Electoral es contenciosa y desde la academia hay quienes consideran que es importante que las instituciones no favorezcan a las mayorías para preservar la democracia.

Ante lo que los expertos de Harvard contra argumentan: "Estamos de acuerdo, pero (...) un sistema político que repetidamente permite que un partido minoritario controle las oficinas más poderosas en el país no puede permanecer en la legitimidad por mucho más tiempo".

¿Qué es el Colegio Electoral y como funciona?

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En Estados Unidos no gana las elecciones presidenciales quien acumule más votos a nivel nacional (voto popular) sino quien obtenga la mayoría de asientos al llamado Colegio Electoral, un arcaico sistema que está contemplado en el artículo 12 de la Constitución Nacional y que data del año 1804.

Actualmente, el Colegio está compuesto por 538 asientos que son asignados a los 50 estados del país más Washington DC, la capital. Se impone en los comicios quien sume al menos 270 de esos votos (la mayoría simple).

Ese número, 538, corresponde al tamaño del Congreso estadounidense, que está compuesto por 100 senadores, más 435 representantes a la Cámara (535) y a lo que se le añaden tres cupos para el distrito capital.

El número de asientos al Colegio Electoral que le corresponde a cada estado (menos Washington que es un número fijo) lo determina el tamaño de la delegación legislativa ante el Congreso de cada uno de ellos. Es decir, cada estado cuenta de manera automática con 2 cupos, que equivalen a los asientos en el Senado (en EE.UU. todos los estados son representados por dos senadores) más el número de curules que tienen ante la Cámara de Representantes.

Ese número de asientos a la Cámara de Representantes se determina cada 10 años cuando se realiza el censo y depende del tamaño de la población en cada uno de los 50 estados. En este momento se asigna una curul por cada 710.000 habitantes. Pero hay estados como Wyoming y Vermont, que de todas maneras reciben un puesto a la Cámara pese a que su población ni siquiera alcanza los 710.000 requeridos.

En otras palabras, un estado como Wyoming, el más pequeño del país en términos de población, cuenta con 3 asientos en el Colegio Electoral (2 por el Senado y uno por la Cámara), mientras que California, el más grande, tiene 55 (2 por el Senado y 53 por la Cámara).

48 de los estados más Washington DC, le asignan la totalidad de sus asientos al Colegio Electoral al candidato que gane el voto popular en esa jurisdicción. Maine y Nebraska, los otros dos, le asignan dos cupos al ganador del voto popular y el resto de sus asientos a quien triunfe en cada uno de los distritos legislativos para la Cámara de Representantes.

Es decir en Maine, que tiene 4 asientos al Colegio Electoral (dos por su representación en el Senado y dos por la Cámara) la mitad van para el del voto popular y los otros dos dependen del resultado específico en el distrito. En el 2016, para ponerlo en contexto, Hillary Clinton ganó el voto popular y en uno de los distritos – sumando tres asientos al Colegio- mientras que Donald Trump se llevó el otro.

LEIjT7Cada partido, durante las convenciones nacionales, escoge al grupo de personas que debe votar en el Colegio Electoral en caso de que su candidato gane las elecciones. Aunque las reglas varían en cada estado, estas personas, se “comprometen” a sufragar por el candidato que se impuso su estado.

Una vez se conocen los resultados, es decir, son certificados por las autoridades de cada uno de los estados, los miembros ganadores se reúnen en sus respectivos congreso estatales para depositar su voto. Eso debe suceder 41 días después de las elecciones y en este 2020 esa fecha cae el 14 de diciembre.

Ese es el día, en otras palabras, cuando se confirma al ganador de manera oficial.

Pero a lo largo de los años, el sistema ha demostrado que está lleno de fisuras. Algunas más grandes que otras, pero que han llevado a muchos a catalogarlo como un procedimiento injusto que no refleja la voluntad popular y los analistas políticos modernos nos lo explican: El problema principal actualmente es que las instituciones están diseñadas para favorecer a zonas rurales y territorios escasamente poblados. Ese siempre ha sido el caso y nos hemos regido bajo estas instituciones por más de 200 años.

El Colegio Electoral fue un compromiso al que se llegó hace más de 200 años entre los que querían una elección directa, frente a los que empujaban a dar más peso a los estados. El sistema, además, lo que buscaba era que candidatos y políticos no favorecieran a los estados donde vivían más personas en detrimento de los pequeños. La teoría era que si cada estado tenía peso en Colegio Electoral, entonces los rivales tendrían que competir por todos los votos, y por lo tanto, considerar las prioridades de la mayoría.

Pero con el tiempo ese concepto se ha ido abandonando dados los cambios demográficos y poblacionales en el país y la consolidación de un sistema donde solo existen dos partidos políticos.

Actualmente, hay muchos estados donde uno u otro partido tiene una clara ventaja frente al otro como en el caso de Kentucky para los republicanos o California para los demócratas. En la práctica, por lo tanto, las campañas dedican muy poca atención a ellos y casi todo a un grupo de estados, los llamados “indecisos”, donde ninguno tiene una clara mayoría. Y son estos, que no pasan de 6 u 8, los que por lo general definen las elecciones cada cuatro años. Es decir, sucede lo opuesto a lo que se concibió.
99js9dPero quizá lo más polémico es que desde hace algunas décadas el sistema parece no estar reflejando la voluntad popular. En la historia de EE. UU. ya van cuatro veces que un candidato llega a la Casa Blanca tras imponerse en el Colegio Electoral pero sin ganar el voto popular.

Pero dos de esos momentos se han presentado en los últimos 20 años. En el año 2000 cuando George W. Bush obtuvo medio millón de votos menos que Al Gore y en el 2016, año en el que Trump se quedó con la Oficina Oval pese a que Hillary Clinton lo superó por más de tres millones de votos. De hecho, en estas dos últimas décadas los republicanos han controlado la Casa Blanca por 12 años pese a que solo han ganado una de las últimas cinco elecciones presidenciales en términos del voto popular (la de Bush en el 2004).

Y todo indica que en el 2020 podría pasar lo mismo pues Trump está muy lejos de Joe Biden a nivel nacional (casi 7 puntos según las encuestas) pero tiene una clara opción para volver a ganar el colegio electoral.

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Esto significa que, sin tener la culpa (aunque ahora sí la tienen por actuar deliberadamente), los republicanos ahora tienen una ventaja, un beneficio, un sesgo en el Colegio Electoral y en el Senado. Y como el Senado aprueba a los magistrados de la Corte Suprema, esa ventaja también impacta en la máxima corte.

Así que Joe Biden probablemente necesita ganar el voto popular por más de tres puntos, cuatro o cinco quizá, para lograr la presidencia.

"No es una democracia cuando un partido sistemáticamente gana el voto popular y pierde poder".

Trump y el Partido Republicano son especialmente populares en zonas rurales con mayoría de residentes blancos, lo que no refleja la realidad de un país diverso que no apoya a Trump.

Obviamente, hay un gran número de estadounidenses que apoya a Trump, pero no ha habido un solo día en la presidencia de Trump en el que tenga 50% o más de apoyo popular. Su índice de aprobación ha estado por debajo del 50% cada día de su presidencia. Fue elegido con el 46% del voto popular y ahora tiene un índice de aprobación del 42%.

Así que Trump goza de mucho apoyo, pero la mayoría de la gente en este país siempre ha sido anti-Trump y esto fue así el día que fue elegido en 2016 y lo será el próximo martes, 3 de noviembre. Y, aun así, todavía no sabemos quién saldrá elegido presidente.

Esto nos lleva a hacernos la siguiente pregunta, ¿en este sistema político estadounidense la mayoría, quien obtiene más votos de la gente, no es quien gobierna, entonces, quién se beneficia de esto? Los republicanos, pero ¿quién más?

Principalmente el partido Republicano y sus miembros. Así que los granjeros, las zonas rurales, los cristianos, que son los principales miembros de este partido. También sectores clave de la economía como el energético y el petrolero, ambos alineados estrechamente con el partido. Esto, de hecho, tiene una consecuencia contra el medio ambiente porque dificulta que se dé una reforma medio-ambiental.

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Los republicanos han ganado el voto popular solo una vez en 20 años y, sin embargo, han gobernado la presidencia por 12 de esos 20 años. Los republicanos han ganado terreno en zonas rurales. ¿Qué ha hecho mal el Partido Demócrata en su intento de capitalizar estos territorios?

Creo que, si un partido gana el 52% del voto y no puede obtener poder, a un partido que ya ganó la mayoría del apoyo popular no deberían pedirle que además busque apoyo entre los votantes rurales de Nebraska. Eso es injusto para el partido y para los residentes urbanos, a quienes están sacrificando.

Si hay un problema crítico con la forma en que el sistema electoral funciona, ¿por qué no se ha reformado?

En primer lugar, los estadounidenses son muy conservadores cuando se trata de hacer reformas institucionales. La mayoría de los países del mundo, la mayoría de las democracias del mundo, incluidas aquellas en Europa Occidental, han llevado a cabo cambios significativos en sus sistemas electorales; algunas modificaciones han sido buenas, otras malas, otras innovadoras y otras problemáticas.

Pero en Estados Unidos es muy poco común, aquí tratamos a las instituciones casi como si tuviesen orígenes bíblicos. Creemos que las instituciones son intocables. Pero el otro asunto, el principal, es que el Partido Republicano se beneficia de este sistema y por eso nunca apoyará eliminar el Colegio Electoral.

¿Debe eliminarse el Colegio Electoral?

Sí. Un número de países, especialmente en Latinoamérica, adoptaron el Colegio Electoral inicialmente durante el siglo XIX porque moldearon sus constituciones a partir de la de Estados Unidos.

Pero todas las democracias del mundo, excepto la de Estados Unidos, se ha deshecho del Colegio Electoral.

No hay evidencia de que es beneficioso para la democracia liberal y hay una cantidad de evidencia acumulándose que demuestra que es muy problemático. Entonces sí, debemos deshacernos de él, pero será muy difícil.

¿Cómo puede protegerse la democracia a través del sistema electoral?

Los demócratas han avanzado una agenda de reforma democrática, que fue aprobada en la cámara baja, llamada HR-1 y HR-4, que expandiría dramáticamente y facilitaría tanto el registro para votar como la votación en sí misma.

Creo que, si los demócratas consiguen el Senado y la presidencia, veremos una aprobación de esta legislación y de otra serie de pasos que hará que sea más sencillo votar. No cambiarán el Colegio Electoral, no tienen el poder para hacerlo, pero creo que esto acelerará una adaptación dentro del Partido Republicano.

Porque los republicanos tienen que convertirse en más que un partido blanco y cristiano, como lo es hoy en día. 90% de sus votantes, por más que Trump hable del apoyo de los latinos y de los negros, son blancos y cristianos. Si ves a sus representantes en el Senado y en la cámara baja, casi todos son hombres blancos y cristianos.

Eso no es suficiente para ganar las elecciones en el Estados Unidos del siglo XXI. Creo que cuando los republicanos empiecen seriamente a atraer a otros grupos de la sociedad, el partido se moderará y nuestra política podrá empezar a despolarizarse.

El controversial Colegio Electoral de EEUU que escoge presidentes sin respetar el voto popular, eliminando a la democracia de un solo plumazo: Explicado
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