El coronavirus sigue afectando la vida cotidiana de las personas en todo el mundo, y ya se ha confirmado que más de 40 millones de personas han contraído el COVID-19, desde que las autoridades chinas pusieron en marcha el primer bloqueo por coronavirus en la ciudad de Wuhan, en enero.

En los Estados Unidos, el coronavirus se ha convertido en un tema de controversia electoral, ya que el presidente Donald Trump rehúsa a escuchar el consejo de los funcionarios de salud pública y se burla de su oponente demócrata, el exvicepresidente Joe Biden, por escuchar a estos científicos.

Michael Osterholm, un renombrado experto en enfermedades infecciosas, dijo que "las próximas seis a doce semanas serán las más oscuras de toda la pandemia" en los Estados Unidos.

Entretanto, los países europeos luchan contra una segunda ola, mientras que  Israel y el estado australiano de Victoria, quienes tuvieron grandes cuarentenas, están abriendo lentamente de nuevo.

Más de 8,21 millones de estadounidenses han contraído el coronavirus, según datos recopilados por la Universidad Johns Hopkins. Más de 1,11 millones de personas, incluyendo más de 220.000 estadounidenses, han muerto alrededor del globo.

Por ello, cuando se le preguntó al presidente Trump de cómo manejarían los Estados Unidos el aumento de los casos de COVID-19 y una posible segunda ola en el invierno, Trump insistió en que no impondría un cierre total, y nuevamente trató de restarle importancia a la gravedad de la pandemia.

"Estamos mucho mejor, y nunca entraremos en cuarentena", dijo en "Fox & Friends", donde hace frecuentes apariciones.

Trump afirmó falsamente que a los EE.UU. "les va mucho mejor que a Europa". Muchos países de Europa están experimentando actualmente picos en los casos, y los líderes han respondido volviendo a imponer restricciones locales y regionales. Pero, a diferencia de los Estados Unidos, Europa tuvo un gran éxito en la contención del virus durante el verano.

Trump, que fue hospitalizado por el COVID-19 hace menos de tres semanas, volvió a afirmar que "se sentía como Superman un día después".

"Mejoré muy rápido, muy, muy rápido", dijo.

También afirmó que una vacuna estaría disponible "muy pronto".

Los investigadores han advertido que incluso si se desarrollara una vacuna para finales de año, tomaría varios meses más y posiblemente hasta finales del próximo año para que los funcionarios de salud puedan distribuirla ampliamente.

Más de 220.000 estadounidenses han muerto a causa de COVID-19.