Fracasamos estrepitosamente

Rey de Suecia: Nuestra estrategia contra el COVID-19 fue aprobada por un loco de derechas y fue mortal

No hace mucho tiempo que los comentaristas republicanos estadounidenses alababan el llamado modelo sueco, pero ahora es cada vez más impopular en el país donde fue creado. ¿Recuerdan en los primeros días de la pandemia, cuando personas como Tucker Carlson y el senador Rand Paul abogaron para que los EE.UU. siguieran el modelo sueco que evitaba los cierres estrictos y dejaba que la vida siguiera de manera normal en gran medida en medio de un virus altamente contagioso?

Rey de Suecia: Nuestra estrategia contra el COVID-19 fue aprobada por un loco de derechas y fue mortal
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Falla modelo antibloqueo de Suecia

En fin, que ya a finales de este año, Suecia está sumando un número de muertes por millón que es aproximadamente 10 veces mayor que el de sus vecinos Noruega y Finlandia, y ahora su rey ha condenado a los líderes políticos por su experimento, calificando la estrategia del antibloqueo  como un fracaso miserable y mortal.

"El pueblo de Suecia ha sufrido tremendamente en condiciones difíciles", dijo el Rey Carlos XVI Gustavo, que tradicionalmente es muy reservado en cuestiones políticas, a la emisora estatal sueca SVT. Añadió:

"Creo que hemos fracasado. Tenemos un gran número de personas que han muerto, y eso es terrible."

Aunque es notable que un rey comente sobre política, sus comentarios reales fueron una declaración de lo obvio. Anders Tegnell, el epidemiólogo más importante del país que diseñó su estrategia antibloqueo, ha admitido él mismo que demasiada gente ha muerto y que el país debería haber hecho más para prevenir la propagación de la enfermedad desde el principio.

Durante toda la pandemia, se ha permitido a los suecos ir a restaurantes y bares sin medidas de distanciamiento social y, hasta hace poco, se les permitía ir al gimnasio y enviar a sus hijos a la escuela. El país también ha roto con la orientación casi universal de recomendar el uso de mascarillas protectoras en público, excepto en los hospitales.

El hecho de que los suecos estuvieran llenando restaurantes y bares en la primera ola de la pandemia llevó a algunos comentaristas de los EE.UU. a instar a los líderes a seguir el ejemplo de Suecia. De esa manera, dijeron, la economía estaría protegida y el virus podría abrirse paso entre la población y ofrecer un buen nivel de inmunidad colectiva para frenar su propagación.

Desde entonces, las muertes en Suecia se han disparado mucho más allá de los países vecinos de tamaño similar, y Tegnell dijo previamente que no hay señales de que la inmunidad de la manada esté haciendo algo para reducir la tasa de infección. Y la economía sueca aún entró en una dura recesión, aunque fue más leve que la de la mayoría de las naciones europeas.

El rápido aumento de nuevas infecciones ha hecho que Suecia abandone parcialmente su estrategia antibloqueo, con el gobierno imponiendo reglas más estrictas para reducir el límite de reuniones públicas a ocho personas de 50, pidiendo a las escuelas secundarias que hagan su enseñanza a distancia, y prohibiendo la venta tardía de alcohol. La Ministra de Finanzas Magdalena Andersson advirtió el mes pasado que las medidas perjudicarán la economía, pero son necesarias.

Hablando con la cadena sueca TV4 esta semana, Tegnell dijo que estaba conmocionado por la segunda ola de la pandemia, diciendo:

"Creo que muchos, conmigo, están sorprendidos de que haya podido volver tan fuerte".

Una encuesta publicada el jueves mostró que el apoyo a Tegnell y su enfoque se ha derrumbado en los últimos dos meses.

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