Mark Meadows aturde con sus comentarios sobre la respuesta a la pandemia:

"Simplemente me doy por vencido".

El jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, desató una tormenta de fuego el domingo después de decirle a Jake Tapper en CNN que "no vamos a controlar la pandemia".

"¿Por qué no vamos a controlar la pandemia?", le preguntó Jake Tapper de CNN.

"Porque es un virus contagioso como la gripe", respondió Meadows.

"¿Pero por qué no hacer esfuerzos para contenerlo?", le contradijo Tapper.

"Sí estamos haciendo esfuerzos para contenerlo", dijo Meadows, dubitativo, sin convencer a nadie. "Lo que tenemos que hacer es asegurarnos de que tenemos los factores de mitigación adecuados".

La actitud de Meadows, rayana en la ignorancia sobre la pandemia, está en plena consonancia con la del presidente Donald Trump, quien, sin ninguna explicación racional y quitándose la culpa, dijo en abril 14 que iba a detener la financiación de la Organización Mundial de la Salud, a la que acusó de «mala gestión y encubrimiento» frente a la pandemia de covid-19. Además Trump y su gobierno no hicieron obligatorio el simple uso de mascarillas ni las reglas sobre el distanciamiento social, cuyo establecimiento hubieran salvado al menos unas 100 mil vidas, como tampoco puso al país en cuarentena en las primeras etapas de la pandemia, lo que era un factor clave para controlarla. Para más inri, Trump ha estado calumniando a sus propios científicos y expertos, como el doctor Fauci, y favoreciendo en puestos claves, como  el de jefe de sanidad de la Casa Blanca, al doctor Scott Atlas, un radiólogo fiel creyente de teorías conspirativas y que le costó a la Casa Blanca ser el mayor foco de infección de Estados Unidos, donde tanto el presidente, su familia, invitados, funcionarios y senadores salieron infectados.

Trump y sus funcionarios como Meadows están tratando, desesperadamente, de desviar la atención de su propio comportamiento catastrófico, lo que ha puesto al descubierto sus fallas en seguridad más grandes en la historia de Estados Unidos, con muchas más muertes que en Pearl Harbor o el 11 de septiembre.