Varios grupos defensores de derechos humanos presentaron este lunes una denuncia acerca de las irregularidades en nombre de una enfermera en un centro de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) que documenta una "negligencia médica discordante" dentro de las instalaciones, incluida una negativa a realizar pruebas a los detenidos para detectar el nuevo coronavirus y una tasa exorbitante de las histerectomías realizadas en mujeres inmigrantes.

La enfermera, Dawn Wooten, trabajaba en el Centro de Detención del Condado de Irwin (ICDC) en Georgia, operado por LaSalle Corrections, una empresa privada de prisiones. La denuncia fue presentada ante la Oficina del Inspector General (OIG) del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) por los grupos de defensa Project South, Georgia Detention Watch, Georgia Latino Alliance for Human Rights y South Georgia Immigrant Support Network.

Varias mujeres se acercaron para contarle al Project South lo que percibían como una recurrencia exagerada en las mujeres del ICDC que estaban siendo sometidas a histerectomías, una operación quirúrgica en la que se extirpa todo o parte del útero.

Además, según los informes, muchas de las mujeres inmigrantes que se sometieron al procedimiento se sintieron “confundidas” cuando se les pidió que explicaran por qué se sometieron a la cirugía, y una de las detenidas comparó su trato con las prisioneras en los campos de concentración.

Wooten, que está siendo representada por el Proyecto de Responsabilidad del Gobierno, también confirmó que muchas de las mujeres detenidas le dijeron que no entendían por qué las estaban obligando a someterse al procedimiento. Explicó que algunas de las enfermeras que no hablaban español obtuvieron el consentimiento de los detenidos "simplemente traduciendo en Google en español".

La denuncia detalla varios relatos de las detenidas, incluida una mujer que no fue anestesiada adecuadamente durante el procedimiento y escuchó al médico antes mencionado decirle a la enfermera que había extraído por error el ovario equivocado, lo que provocó que ella perdiera toda la capacidad reproductiva.

Otra dijo que estaba programada para el procedimiento, pero cuando preguntó por qué era necesario, le dieron al menos tres respuestas completamente diferentes.

"El médico le dijo originalmente que tenía un quiste ovárico y que le iban a realizar un pequeño procedimiento de veinte minutos, perforando tres pequeños orificios en su estómago para drenar el quiste", según la denuncia. “El oficial que la estaba transportando al hospital le dijo que le iban a hacer una histerectomía para que le quitaran el útero".

Cuando el hospital se negó a operarla porque su prueba de COVID-19 dio positivo en anticuerpos, la transfirieron de nuevo al ICDC, donde la enfermera del ICDC dijo que el procedimiento que iba a realizar implicaba dilatar su vagina y raspar el tejido.

"Luego, otra enfermera le dijo que el procedimiento era para mitigar su sangrado menstrual abundante, que la mujer nunca había experimentado. Cuando lo explicó, la enfermera "respondió enojada y agitada, gritandole".

Según The Intercept, ICE se negó a comentar sobre las acusaciones en la denuncia, mientras que una escueta declaración de LaSalle Corrections dijo que estaba "firmemente comprometida con la salud y el bienestar de quienes están a nuestro cuidado".

"Estamos profundamente comprometidos a brindar servicios de alta calidad y culturalmente receptivos en entornos seguros y humanos", dijo la persona.