Amnistía Internacional hizo una declaración el martes que había recibido "pruebas creíbles pero preocupantes de un uso excesivo de la fuerza que ha causado la muerte de los manifestantes en la barrera de peaje de Lekki en Lagos", y añadió que estaba investigando a "los asesinatos".

Tres testigos dijeron a la agencia de noticias Reuters que los soldados dispararon contra los manifestantes que se habían reunido en el distrito de Lekki, la ciudad más grande de Nigeria, desafiando el toque de queda indefinido impuesto horas antes por las autoridades. Cientos de personas se encontraban en el lugar en el momento del tiroteo, que según los testigos tuvo lugar alrededor de las 19.00 horas (18.00 GMT).

"Empezaron a disparar municiones hacia la multitud. Estaban disparando hacia la multitud", dijo Alfred Ononugbo, 55, un oficial de seguridad. "Vi que la bala le dio a una o dos personas", dijo.

Inyene Akpan, 26 años, fotógrafa, dijo que más de 20 soldados llegaron al peaje de Lekki y abrieron fuego. Dijo que vio a dos personas siendo atacadas por los militares. Akinbosola Ogunsanya, un tercer testigo, también dijo a Reuters que vio a los soldados retirar los cuerpos.

Se han visto escenas donde los manifestantes sacan una bala de la herida de una persona y piden ayuda que fueron transmitidas en un video en vivo por Instagram por DJ Switch, un popular disc jockey. Los disparos y las sirenas se podían escuchar en los videos filmados cerca del peaje.

No hubo ningún comentario inmediato del ejército nigeriano. Gboyega Akosile, portavoz del gobernador del estado de Lagos, dijo en un post de Twitter que las autoridades habían ordenado una investigación.

El martes, el gobernador del estado de Lagos, Babajide Sanwo-Olu, alegó que los criminales habían secuestrado el movimiento de protesta "para desatar el caos", justificando con ello el toque de queda.

Cuando las restricciones de 24 horas entraron en vigor a las 4pm (15:00 GMT), los manifestantes en Lagos cantaron el himno nacional y se comprometieron a permanecer en las calles.

"¿Tienes miedo?", gritó un hombre a la multitud que ondeaba una bandera desde el escenario. "Nos quedaremos aquí pacíficamente", dijo el manifestante Akin, de 32 años, a la AFP. "Este es nuestro nuevo hogar."

Por otra parte, el martes, el jefe de la policía nacional ordenó el despliegue inmediato de fuerzas antidisturbios en todo el país tras el aumento de los ataques a las instalaciones policiales, según un portavoz de la policía.

Decenas de miles de personas han estado tomándose las calles todos estos días durante casi dos semanas seguidas en toda Nigeria para exigir el fin de la violencia policial.

Las protestas, organizadas bajo el hashtag #EndSARS, comenzaron con llamados a desmantelar una notoria y violenta unidad policial llamada "Escuadron Especial Anti-Crimen" (SARS), que ha sido acusada desde hace mucho tiempo de extorsión, tortura y asesinatos extrajudiciales.

Tras días de manifestaciones generalizadas, las autoridades anunciaron la disolución del SARS y más tarde ordenaron a todo el personal que se presentara en el cuartel general de la policía en Abuja para ser interrogado y sometido a exámenes médicos y psicológicos.

Mientras tanto, se anunció la formación de un nuevo equipo de Armas y Tácticas Especiales (SWAT) para reemplazar al SARS, aunque ironicamente con el mismo personal del SARS.

Sin embargo, los anuncios no bastaron para los manifestantes, que los consideraron un ejercicio burdo de cambio de nombre y prometieron permanecer en las calles hasta que se cumplan las promesas y sus demandas, incluida la liberación de los detenidos.

El lunes, Amnistía dijo que al menos 15 personas han sido asesinadas desde que comenzaron las manifestaciones.