Cuando el autoritario dios Cronos-Trumpiano se come a sus propios hijos

Periodistas del diario ultraconservador, The Daily Caller, arrestados durante los disturbios de Louisville

En una de las más grandes ironías y lecciones del Destino, dos reporteros del Daily Caller, diario ultraconservador de derechas y aliado de Trump y su Guardia Nacional, fueron arrestados como parte de una detención masiva durante los disturbios de Louisville.

Periodistas del diario ultraconservador, The Daily Caller, arrestados durante los disturbios de Louisville
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Escuadrón Anti-disturbios de la Policía

Shelby Talcott y Jorge Ventura, los periodistas, estaban cubriendo los disturbios cuando la policía rodeó al grupo e hizo que todos se pusieran en el suelo. Un video mostraba a la policía deteniendo a varias personas y poniéndoles esposas de cremallera. Talcott y Ventura fueron arrestados a pesar de identificarse como prensa.

El editor jefe del Daily Caller, Geoffrey Ingersoll, notificó al Departamento de Policía Metropolitana de Louisville que Talcott y Ventura trabajaban como miembros de la prensa cuando fueron arrestados.

Ignorando las violaciones flagrantes de la libertad de prensa, el Departamento de Correcciones de Louisville le dijo a Ingersoll que Talcott y Ventura serían procesados y acusados como el resto de las personas que fueron arrestadas. Ambos serán acusados de dos delitos menores relacionados con el incumplimiento del toque de queda y reunión ilegal, dijo el Departamento de Correcciones, por su presunta falta de dispersión e ir a la "zona de observación" de la prensa.

La detención masiva se produjo después de una noche caótica en la que dos policías fueron baleados. Se declaró una reunión ilegal cuando los alborotadores provocaron múltiples incendios alrededor de la ciudad y rompieron ventanas de vidrio.

Los dos oficiales que fueron baleados fueron llevados al hospital y se encuentran en condiciones estables, dijo el jefe de la policía de Louisville Robert Schroeder en una conferencia de prensa. Un sospechoso está en custodia.

Las protestas y los disturbios estallaron en la ciudad después de que se anunciara que uno de los tres agentes de policía que se encontraban en el lugar de los hechos cuando Breonna Taylor fue asesinada a tiros había sido acusado. El ex oficial del Departamento de Policía Metropolitana de Louisville, Brett Hankison, fue acusado de tres cargos de peligro en primer grado, y los oficiales Myles Cosgrove y el sargento Jonathan Mattingly no se enfrentan a cargos.

CNI, como parte de la prensa, hace un llamado a la Policía y las fuerzas del orden para que no sigan atacando a los informadores que se arriesgan en las calles.

Que los periodistas salgan a las calles a cubrir las protestas más multitudinarias y extendidas que Estados Unidos haya experimentado en más de cincuenta años no tiene nada de sorprendente. Lo que sí sorprende es que se hayan encontrado con violencia y represalias por parte de la policía, sólo por hacer su trabajo.

Desde el inicio de las manifestaciones contra el racismo sistémico y la brutalidad policial que se extendieron por todo Estados Unidos después de la muerte de George Floyd, se han registrado más de 380 incidentes de violencia contra la prensa. Si bien algunos corresponden a periodistas que quedaron atrapados en medio de protestas violentas y disturbios, la enorme mayoría (alrededor del 80%) es atribuible a las fuerzas del orden (según un registro de incidentes contra la libertad de prensa en Estados Unidos).

Estas violaciones flagrantes de la libertad de prensa han sido tan generalizadas como las protestas mismas: hay denuncias procedentes de 61 localidades en 33 estados. Los policías responsables de estos ataques no respetan la ley ni defienden la Constitución de los Estados Unidos. Periodistas que se identificaron claramente, que presentaron credenciales de prensa y que llevaban consigo equipo profesional han sido objeto de actos de violencia, arrestos y disparos. Determinar la extensión de estos ataques selectivos será esencial para resolver el problema más general de la impunidad policial.

En algunos de los ataques contra periodistas parece haber obrado una motivación racial. En una transmisión en vivo desde Minneapolis el 29 de mayo, puede verse al corresponsal de la CNN Omar Jiménez explicando a la policía con calma que es un periodista, pero lo arrestaron igual. Mientras la cámara desciende al suelo, se alcanza a ver cómo detienen a todos los miembros de su equipo. En tanto, a una calle de distancia, un colega blanco de Jiménez sigue informando desde el lugar de los hechos sin que nadie lo moleste. En otro incidente, se vio a policías de Detroit exigiendo las credenciales a un periodista negro pero no a sus colegas blancos.

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