La Agencia de Salud detuvo la campaña publicitaria que gastaría 250 millones de dólares, financiados por el gobierno federal, que tenía por "derrotar la desesperación e insuflar esperanza" a la población que ha sufrido por la pandemia.

Como parte del plan, un alto funcionario de la administración Trump, Michael Caputo, quería que los artistas de Santa promovieran los beneficios de la vacuna Covid-19 y, a cambio, les ofrecieron un acceso temprano a la vacuna antes que al público en general, según las grabaciones de audio. Los que actúan como la Sra. Claus y los elfos también habrían sido incluidos.

El Departamento de Salud y Servicios Humanos dijo el viernes que el plan de Santa Claus sería descartado. El acuerdo fue idea del funcionario, Michael Caputo, un secretario adjunto del HHS, que se tomó una licencia médica de 60 días el mes pasado. El resto de la campaña está ahora bajo una revisión del HHS.

La "colaboración de Santa" no se llevará a cabo, y el Secretario del HHS, Alex Azar, no tenía conocimiento de las discusiones del Sr. Caputo, dijo un portavoz del HHS. El Sr. Caputo no respondió a las peticiones de comentarios.

Ric Erwin, presidente de la Orden Fraternal de Papás Noel de Barba Real, calificó la noticia de "extremadamente decepcionante", añadiendo: "Esta era nuestra mayor esperanza para la Navidad de 2020, y ahora parece que no va a suceder."

La decisión llega cuando la propagación del Covid-19 continúa acelerándose en la mayoría de los estados, y es poco probable que las vacunas estén ampliamente disponibles para el público antes de la temporada de fiestas.

El esfuerzo publicitario navideño contra el coronavirus, titulado "Campaña de Anuncios y Publicidad de Salud Pública y Reapertura del Servicio Público de Estados Unidos Covid 19",  tenía como objetivo "derrotar la desesperación, inspirar esperanza y lograr la recuperación nacional", según una declaración de trabajo revisada por The Wall Street Journal. Debía incluir anuncios de televisión, radio, en línea y podcast, que comenzarían inmediatamente.

El bombardeo de relaciones públicas comenzó a esfumarse después de que algunas celebridades, incluido el actor Dennis Quaid, se negaran a participar, dijo un ex funcionario de la Casa Blanca, en medio de la preocupación de que la campaña fuera vista como algo político en lugar de ayudar a la salud pública.