El esposo de la Kim K es bipolar y el "perfecto" peón de Trump para quitarle el voto negro a los demócratas de Biden

Kanye West dice que es «el nuevo Moisés» y que no sacará música hasta «liberarse» de Sony y Universal

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El gusanito trumpiano le está picando y lo hace pasr por loco, y si no fuera por esto, lo lógico sería pensar que Kanye West ha vuelto a ponerse en ridículo a sí mismo con una nueva retahíla de ocurrencias que ha ido lanzando en sus redes sociales. Una de ellas ha sido decir que es «el nuevo Moisés», y que se negará a lanzar música nueva hasta que su compañía discográfica, Universal Music Group, y su editor, Sony / ATV Music Publishing, lo liberen de sus contratos.

Pero todos sabemos que detrás de los hilos de su ansiedad política está Donald Trump y su equipo de trabajo con su idea de que si no puedes tener el voto de los negros, entonces los demócratas tampoco lo tendrán, y Kanye es el peón cultural para lograrlo.

Por tanto, han liberado la locura de Kanye quien también ha asegurado que Drake y J. Cole deben «disculparse públicamente» con él, y que «la industria de la música y la NBA son barcos de esclavos modernos», a pesar de que hace unos días se hizo viral al compartir un vídeo en el que se le veía disfrutando de un partido en una pantalla de veinte metros. Pero hay más: la semana pasado, el rapero participó en un servicio religioso en Atlanta (Georgia, EE.UU.) durante el cual caminó junto a un coro y sus hijos por un lago, igual que en el relato bíblico en el que Jesús obró el milagro de caminar sobre las aguas del mar de Galilea.

La escena ha cabreado de lo lindo a la comunidad cristiana estadounidense, que lo ha visto como una broma de mal gusto. «Hay que estar loco para colocar una plataforma dentro del lago y 'caminar' sobre el agua con sus hijos, pensando que eres 'Jesús' o algo por el estilo», comentó un internauta. «¿Qué clase de bufonada es esta?», «Literalmente tiene el complejo de Dios», escribieron otros.

Otras noticias bizarras protagonizadas recientemente por West han sido la de su hospitalización por el uso excesivo de su móvil («Demasiados mensajes de texto, hermano. Tienen que ponerme cortisona con un poco de lidocaína», confesó él mismo), o la de sus declaraciones sobre su infame humillación a Taylor Swift en una gala de la MTV hace años, que ahora achaca a una misión divina. «En estos momentos, Dios me está dando la información... Si Dios no hubiese querido que yo subiese al escenario y dijera que Beyoncé tenía el mejor vídeo, no me habría sentado en la primera fila. Me habría sentado al final».

West ha gastado este verano casi siete millones de dólares de su bolsillo en su candidatura a presidente de Estados Unidos, pero eso no ha impedido que sufriera un duro revés: no podrá presentarse en Wisconsin. La razón, que presentó la documentación necesario 14 segundos después de cerrarse las inscripciones. La medida fue apelada por los abogados de su partido, el Birthday Party, pero un juez confirmó la decisión de mantenerlo al margen. Tampoco podrá presentarse en en California, Texas, Nueva York e Illinois, pero por no haber reunido las firmas necesarias para validar su candidatura.

«Como muchos saben, Kanye tiene un trastorno bipolar», escribió en Instagram hace unas semanas su mujer, Kim Kardashian, a modo de explicación de todas estas polémicas. «Cualquiera que lo tenga o que conozca a alguien en su vida con ello sabe lo increíblemente complicado y doloroso que es de entender».

Pero nosotros, linces del panorama político, sabemos que el único trastorno que padece Kanye es su megalomanía exacerbada por la ambición del tío Donald para ganar la presidencia este 2020. 

¡El show tiene que continuar!