La continuación de la película Borat será estrenada este viernes, y en el clip se ve al exalcalde de Nueva York y actual abogado personal de Donald Trump metiéndose las manos en los pantalones, tocándose los genitales mientras se reclina en una cama en presencia de la que él cree es la hija de Borat, Tutar, supuesta periodista conservadora de televisión.

En el video, se muestra a Giuliani, quien después de la entrevista -sin saber que es un falso programa de noticias conservador-, salir con Tutar a una lujosa suite del hotel, equipada con cámaras ocultas, donde tomarían un par de copas.

Giuliani se sienta en la cama sugestivamente, y después de que ella le quita el micrófono, puede vérsele tumbado en la cama, jugando con su camisa desabrochada y metiéndose las manos en sus pantalones mientras se soba los genitales.

Es entonces cuando el actor Borat, el supuesto progenitor, sale de su escondite y entra corriendo, gritándole furioso:

"Sólo tiene 15 años. ¿No es demasiado mayor para ti?"

Los representantes de Giuliani no han hecho comentarios sobre este incidente que ocurrió el 7 de julio, cuando Giuliani llamó a la policía de Nueva York para denunciar la intrusión de un hombre vestido inusualmente.

Fue entonces que Giuliani adopta el papel de víctima, dejando a un lado su naturaleza de depredador sexual.

"Este tipo llega corriendo, y vestía un, diría yo, loco traje rosa de transexual", Giuliani dijo al New York Post. "Era un bikini rosa, con encaje, debajo de un top de malla translúcida; parecía absurdo. Tenía la barba, las piernas desnudas, y no era lo que yo llamaría una distracción atractiva".

"Esta persona entra gritando, chillando, y pensé que debía ser una estafa o un chantaje, así que lo denuncié a la policía. Luego se escapó", dijo Giuliani. La policía encontró que no se había cometido ningún crimen.

Giuliani continuó:

"Sólo después me di cuenta de que debía ser el actor Baron Sacha Cohen. Pensé en toda la gente a la que había engañado y me sentí bien conmigo mismo porque no me atrapó".

La película para la que se hizo esta broma, tiene como argumento que el gobierno kazajo envía a Borat de vuelta a los EE.UU. para presentar un soborno a un aliado de Donald Trump con el fin de congraciarse con la administración de su país. Después de que el chimpancé, que se supone es el regalo para este aliado, se encuentra indispuesto, Borat no encuentra otro regalo más magnífico que reemplazar al mono con la virginidad de su hija menor de edad.

Así, en el clip, cuando Giuliani se mete las manos en los pantalones, es evidente que no puede controlarse. Se le ve halagador y coqueto, bebe whisky, tose, no se distancia socialmente y afirma que las rápidas acciones de Trump en la primavera salvaron a un millón de americanos de morir por Covid. También está de acuerdo -al menos en teoría- en comerse un murciélago con su entrevistador para probar que él y Trump son inmunes al COVID.

Giuliani se ha convertido en una figura clave en las últimas etapas de las elecciones presidenciales de EE.UU. después de obtener un disco duro de una laptop que supuestamente pertenecía a Hunter Biden y que fue dejado en un taller de reparación en Delaware.

Sus esfuerzos por desenterrar la suciedad política sobre el rival de Trump para la Casa Blanca significan que el mortificante metraje de la película puede ser visto como un intento de socavar la credibilidad de Giuliani. La película, estrenada en Amazon Prime a menos de quince días de las elecciones, termina con una instrucción para que los espectadores voten.

Aunque desafortunadas, las circunstancias del montaje parecen consensuadas, con Giuliani inducido a creer que estaba siendo cortejado. Bakalova, de 24 años, hace un buen papel, a pesar de tener que fingir, para beneficio de los espectadores, ser una niña salvaje que se hace pasar por periodista de extrema derecha.

Al igual que en la primera película, que ganó 262 millones de dólares en su estreno en 2006 y un Globo de Oro para Sacha Cohen, las escenas más inquietantes son las que revelan un prejuicio profundamente arraigado en el pueblo estadounidense.

Los aspectos de la vida real de Baron Sacha Cohen contra las plataformas digitales que él siente que permiten el antisemitismo se hacen eco en la película, en la que Borat aprende a través de Facebook que el Holocausto "no fue más que un cuento de hadas".